¿Qué podemos hacer?
Primero, hay que habituarnos a la idea de que,. aunque esté líquida, la grasa es un desecho como cualquier otro y por lo tanto, debe ir a la basura.
Lo ideal es conservar los restos en una lata o tarro y dejar que se solidifiquen, para luego sacarla con el resto de los desechos. Las grasas vegetales (como el aceite) no se solidifican a temperatura ambiente, pero igualmente puedes recolectarlas en un tarro o bolsa de plástico.
Luego, limpia el sartén o cacerola con papel absorbente, antes de ponerlo en el lavabo con el resto de los cacharros.