Lo sentimos, ya agotamos todos los recursos de la Tierra para lo que queda de año

El concepto es muy fácil. Somos seres vivos y, como tales, consumimos recursos (agua, comida, aire...). Nuestro proveedor es nuestro planeta, la Tierra, que no solo nos ofrece esos recursos sino que es capaz de renovarlos. ¿Cuál es el problema entonces? Vamos a escenificarlo con un ejemplo. Imaginemos que la Tierra es capaz de proveer lo necesario para que en ella crezcan suficientes manzanos para dar, en total, 1.000 manzanas al año. Siempre y cuando nosotros, los humanos, comamos menos de 1.000 manzanas al año, todo irá bien. Las manzanas serán, a efectos prácticos, infinitas. Pero, ¿qué pasaría si empezaramos a consumir más de esa cantidad? Pues que, aunque durante un tiempo pudiéramos hacerlo porque habrían sobrado manzanas de otros años, la Tierra no sería capaz de renovarlas a un ritmo suficiente para dar respuesta a nuestras necesidades y, en un momento determinado, acabaríamos para siempre con ese recurso.

Según la ONG Global Footprint Network, eso es exactamente lo que hemos conseguido este año, a nivel global y con casi todos los recursos que nuestro planeta nos ofrece, de manera que el 2 de agosto ya habíamos gastado todo lo que la Tierra es capaz de producir en el plazo de un año. De seguir a este ritmo, cada año que pase los recursos se agotarán un poco antes.