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Es machismo cuando...

¡Vemos imágenes como esta! Un par de niños inocentes jugando al príncipe valiente y a la princesa delicada que está en peligro. ¿Hasta cuándo vamos a seguir educando a nuestros hijos bajo esos roles tan bien definidos? Digo ''vamos'' porque aún nos queda mucho trabajo por hacer.

Aunque nos duela seguimos viviendo una sociedad machista que nos ve como seres débiles que adoramos vestirnos de rosa, ponernos un tutú e ir a clase de ballet cuando nuestra mente está a otro nivel. 

No quiero decir con esto que a mi no me guste sentirme princesa o bailarina por un día -o toda mi vida si soy yo quién toma la decisión-, pero también amo pornerme unas botas de fútbol e ir a pegar patadas a un balón como hacen ellos. ¿Quién no ha soñado ser alguna vez tratada al mismo nivel que el mismísimo Batman? Yo, sinceramente demasiadas. 

Recuerdo una anécdota que me marcó demasiado cuando tenía 5 años y los 'power rangers' estaban de moda. Yo y mi mejor amigo queríamos disfrazarnos de esos personajes y así se lo dijimos a nuestros madres: ''¡'quiero ser el power ranger azul y yo quiero ser el rosa!''. Mi madre me respondió: ''perfecto estarás guapísima''.  Cuando llegó el día de vestirme para ir al desfile de carnaval encima de mi cama había un mono increíble de power ranger rosa. Mi mamá ignoró por completo mi decisión azul y la de mi amigo también. ¿Por qué? 

La respuesta a esa pregunta la tenemos 25 años después delante de nuestras narices. Si actualmente no hemos conseguido cambiar los roles, ¿cómo iban a ignorarlos nuestras mamás en los 90? 

Por ellas (y por NOSOTRAS) hay que terminar de una vez por todas con el machismo.