Crème brûlée
Como parte de nuestra sección de cocina del mundo hicimos esta versión fácil de la famosa Crème Brûlée (crema quemada en castellano). Aunque su origen no está muy claro, unos dicen que viene de Inglaterra y otros dicen que es una adaptación de la crema catalana, se atribuye a la cocina francesa.
Sea como fuere, se trata de un postre sencillo y muy suave para terminar una comida , que además con el toque de azúcar quemado gana muchos puntos. A nivel visual lo podéis confundir con la crema catalana (muchas veces se sirve además en el mismo tipo de recipiente) pero su sabor no es igual. Este tipo de "cremas dulces" (también los tipo mousse) son los favoritos de Isma, así que me puse manos a la obra con él, así que nos ponemos delantales y ¡a cocinar!
- Fácil
- Económico
Ingredientes
- 4 yemas de huevo.
- 60 g. de azúcar.
- 250 g. de leche entera.
- 200 g. de nata o crema de leche.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- Azúcar para caramelizar.
Preparación
Paso 1
Precalentamos el horno a 200°C.
Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y doblen el volumen..
Mezclamos en un recipiente la nata, la leche y la esencia de vainilla y se lo incorporamos a las yemas moviendo con unas varillas.
Hacemos un baño María. Para ello, en una bandeja de horno colocamos los recipientes en los que vamos a echar la crème. Añadimos agua caliente hasta la mitad de la altura de los recipientes.
Vertemos la mezcla en cada uno de los recipientes y horneamos durante 25-30 minutos.
Dejamos enfriar en la nevera un mínimo de tres horas, yo prefiero hacerlo de un día para otro, porque coge mejor sabor.
A la hora de servir espolvoreamos con azúcar y quemamos con un soplete de cocina.
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