Una tarta de queso bien cremosa, con leche merengada y galletas. Contundente pero ideal para acompañar el café. ¿Te apetece?
- 12
- Fácil
- 15 minutos
- 60 minutos
- Medio
Ingredientes
- 1 bote de leche condensada grande
- queso batido (tipo speisequark) 750 gr.
- 6 huevos (si os gusta la tarta más blanda 5 huevos)
- 1 paquete de galletas tipo Digestive 400 gr.
- mantequilla para amalgamar la galleta
- mermelada del sabor que os guste
Preparación
Paso 1
Triturar la galleta y reservar.
Derretir la mantequilla (150-200gr.) poco a poco e ir mezclando con la galleta hasta que se pueda usar como base, hay gente que usa mucha mantequilla y la mezcla queda casi líquida hasta que se enfría, pero yo prefiero usar menos mantequilla, así la tarta no se hace tan pesada, pero eso va en gustos.
Forrar un molde de unos 24cm. de diámetro con la pasta de galletas y meter en la nevera unos 10-15 minutos.
Paso 2
En un cuenco grande batir la leche condensada, el queso y los huevos hasta que la mezcla sea sedosa y homogénea.
Paso 3
Sacar el molde de la nevera y con cuidado verter la mezcla de queso sobre la galleta.
Paso 4
Meter la tarta en horno precalentado a 150°C durante 60 minutos.
Paso 5
Cuando la parte de arriba ya esté cuajada, la tarta está lista. Sacarla del horno y dejar enfriar.
Paso 6
Cubrir con la mermelada que más nos guste y ¡a disfrutar!
Al verter la mezcla de queso sobre la galleta hay que ir despacio para que no se mezclen las dos capas.
Vale más hornear más tiempo que subir la temperatura del horno, si la subimos el queso puede hervir y se formaran burbujas que dejarán la tarta hueca por dentro.
¡No sirváis las raciones muy grandes porque es una tarta que llena mucho!
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