Colas de santiaguiño al horno aromatizadas con ajo, comino y guindilla...

De

Desde Rebañando.com nos pidieron una receta navideña, así que sin dudarlo pensamos en los santiaguiños, un marisco que siempre estuvo en nuestra mesa en navidad y que nos trae buenos recuerdos. En casa siempre lo comemos a la plancha, con sal gorda, pero esta vez quería darles una vuelta, empapandolos bien con un aceite especiado con ajo, comino y guindilla y asandolos en el horno...

  • 2
  • Fácil
  • 6 minutos
  • 12 minutos
  • Caro

Ingredientes

  • - 500 gr. de colas de santiaguiño (yo las compro congeladas, frescas son bastante mas caras...)
  • - 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • - 1 diente de ajo
  • - 3 guindillas cayenas secas
  • - 1 cucharadita de semillas de comino
  • - 2 cucharaditas de escamas de sal o sal gruesa

Preparación

Paso 1

El día antes de que vayais a elaborar la receta, pasad los santiaguiños del congelador a la nevera para que se descongelen. Hemos optado por los congelados por su relación calidad/precio frente a los frescos, sobre todo por el precio que alcanzan estos últimos en la época navideña.

Precalentad el horno a 200º. Poned los santiaguiños en una fuente apta para horno en la que quepan justos los santiaguiños, es preferible que sobre algo de espacio a que monten unos sobre otros.

Picad fino el ajo y las cayenas y echadlos en el mortero junto a las semillas de comino. Majadlo bien hasta que haga una pasta y entonces añadid el aceite poco a poco mientras dais vueltas para que emulsione la mezcla. Añadid despues las escamas de sal, removed con una cucharita y echadlo por encima de los santiaguiños, que queden bien empapados por todas partes. Si es necesario, frotadlos con las manos bien limpias para que queden completamente impregnados.

Paso 2

Introducidlos en el horno durante 12 minutos. Una vez listos ponedlos en una bandeja,echadles por encima el aceite que ha quedado en el fondo, llevadlos a la mesa y a disfrutar. Y nada de cursiladas de comerlos usando cubiertos, comedlo con las manos, chuperreteando bien la cáscara y poniendoos las manos perdidas, que es la mejor forma de disfrutar plenamente este plato... ¡Buen provecho!

Recordad que esta receta podeis probarla con cualquier otro marisco, cambiando tan solo el tiempo de horno. Por ejemplo, para unos langostino bastarían unos 9 minutos...

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