Pulpo amariscado
"Durante bastantes años -casi 20- toqué en un grupo de bodas. El cómo llegué hasta él es una historia muy larga, sólo deciros que todo empezó cuando unos chavales se juntaron para cantar canciones de Mecano... .
Nos conocimos cuando yo tenía 16 años, así que todos juntos vivimos estudios, trabajos, la selectividad, los pañales, empezar las carreras universitarias, terminarlas, licenciarnos, otros trabajos, orquestas mayores, amores, desamores, rolletes,... mi primer trabajo, nuestro vigilante de la playa Miguelón, el MIR, nuestro Santi del alma, el Jazz, David, las moscas, Fran, y alguno más en la sombra que también merece mención. Compartimos un montón de fines de semana, nocheviejas, comadres, bodas de amigos, alguna novia sorprendida el día de su boda cuando nos vió tocar, alguna otra que nos contrató sólo para que yo disfrutase de todo el día, músicos que nos venían a ver y se ligaban a los invitados de la boda, un sinfín de experiencias... y todo ello unido a lo que más me gusta en el mundo, la música, en todas sus versiones. Reñimos un montón y nos queremos aún más. Alguno anduvo perdido pero se reencontró, alguno se perdió por el camino y andamos en su busca y todos juntos parecemos el club del abuelo Cebolleta, siempre contando historias que nuestros interlocutores escuchan atentamente, una y otra vez.
El conocerse en una etapa de la vida en la que sólo estamos empezando trae estas cosas, que todo, todo lo han vivido conmigo, sobre todo Jose al que desde aquí agradezco la confianza que depositó en mí, siempre a mi lado, incondicionalmente. Soy consciente que no todo el mundo es así, y lo valoro de veras.
Hace casi 5 años dejamos el grupo, no hubo causa alguna aparente aunque sí muchas excusas que nos vinieron bien, pero en el fondo, todos sabemos que habíamos quemado una etapa, que no había más tela que cortar, que se estaba acabando y supimos dejarlo a tiempo. Desde aquella ya no nos vemos todos los fines de semana, así que nos hemos prometido quedar de vez en cuando, para comer, cenar, tomar el vermouth o lo que sea, es decir, para juntarnos y ponernos al día... . Así lo hacemos desde entonces y este finde tocó en mi casa. Me moría de ganas de preparar pulpo amariscado y qué mejor ocasión que esta reunión, donde tengo no sólo expertos gastronómicos sino gente de confianza que si no está bueno, me lo van a decir sin rodeos. Después del postre, café y chupitos aún seguían relamiéndose así que doy por bueno el max-mix de recetas que me llevaron a ésta.
Repetiremos sin duda... la velada, la compañía, la charla, los ataques de risa, la pitanza y el pp (pan y postre) al igual que el maridaje escogido por Santi con el gusto que le caracteriza, resultaron una mezcla espectacular. Gente que se merece el mayor de mis esmeros. Amigos. Mi gente. Mi familia. Tabú."
Comparte esta receta con tus amigos o familiares, simplemente escribiendo sus direcciones de correo electrónico a continuación.