Aunque podría parecernos un problema del pasado, las pulgas siguen siendo un problema muy común en todo el mundo. Se propagan principalmente por la falta de higiene, y se alojan en colchones viejos, sábanas y alfombras. Por esta razón es importante vigilar la higiene de hoteles y cabañas, usar sábanas de colores claros y evitar que las mascotas suban a los muebles.
Las mordeduras de pulga crean pequeños granos de un rojo vivo que comienzan a aparecer dos o tres días después, siempre en grupos. Al producir mucho picor, es común que los niños quieran rascar la zona afectada, lo que puede dejar pequeñas heridas y cicatrices. Lo recomendable en estos casos es tomar antihistamínicos y aplicar cremas con cortisona que alivien las molestias.