Es un fenómeno polémico y cada vez más común. Las aplicaciones de comida a domicilio pueden ofrecer una amplia variedad de platos provenientes de muchos restaurantes de la zona. Sin embargo, una buena parte puede tratarse de las denominadas "cocinas fantasma", locales o pisos pequeños que funcionan únicamente para vender a domicilio. El tema ha sido controversial en España, ya que detrás de este tipo de restaurantes hay historias de incendios en zonas habitacionales y explotación de los empleados. Por eso no se trata de un modelo que muchos recomienden.