Esta reconfortante sopa obtiene su cremosidad del kefir, el color y un toque de dulzor de las remolachas, y el sabor de un grupo de hierbas frescas. Servida con huevo duro y una generosa llovizna de pistacho, es tan hermosa como sabrosa.
Ingredientes para 4 personas:
1 manojo pequeño de remolacha, con algunas hojas
1 manojo de rábanos
2-3 pepinos pequeños
600 ml de agua
250 ml de kéfir
250 ml de suero de leche (o más kéfir)
2 cdas de azúcar
el zumo de 1 limón
1 pequeño ramillete de eneldo
4 cdas de cebollino
sal y pimienta negra al gusto
4 huevos duros, para servir
Preparación:
Lavar las hojas de remolacha y cortarlas en trozos pequeños. Cortar las remolachas en dados.
Poner la remolacha cortada en dados en una olla, verter el agua y cocer a fuego medio durante unos 5 minutos. Pasado este tiempo, añadir las hojas y los tallos y cocer otros 5 minutos o hasta que estén blandos.
Añadir el zumo de limón y el azúcar, sazonar con sal y pimienta negra al gusto. Apartar y dejar enfriar.
Pelar y cortar los pepinos en dados pequeños, rallar los rábanos con un rallador. Cortar finamente el eneldo y el cebollino.
Añadir el suero de leche, el kéfir, los pepinos, los rábanos, el eneldo y el cebollino a la olla con las hojas de remolacha cocidas. Mezclar bien.
Meter en la nevera para que se enfríe completamente. Servir cada plato con un huevo duro partido por la mitad.