Buenas noticias para los que a veces se vuelven locos a la hora de comprar sardinas en aceite o atún (¡sí, pasa!). Siempre que las latas no estén trituradas, hinchadas o deformadas, se pueden comer mucho después de la fecha de vencimiento indicada. Pero aquí está el consejo, independientemente del exterior, si crees que hay algo diferente con la apariencia del producto, ¡no lo comas!