Además de los efectos positivos para la piel de tu rostro, dejar de usar maquillaje también favorece la salud general del resto de tu cuerpo. Los carcinógenos que se pueden encontrar en labiales y sombras influyen en el aumento de la presión arterial, desarrollo de problemas de comportamiento e incluso en la fertilidad. Así pues, aunque no es necesario abandonar el maquillaje para siempre, darle a tu cuerpo un descanso de vez en cuando puede resultar muy beneficioso a largo plazo.