Lo primero que tienes que hacer al llegar a casa es lavar las fresas con mucho cuidado. Te recomiendo que las pongas en un gran colador de pasta, bajo el chorro de agua, pero sin frotarlas mucho para que no se magullen. En algunos países es necesario desinfectar las fresas, ya que pueden esconder bacterias y otros microorganismos. En ese caso, ponlas a remojar en agua potable con unas gotitas de desinfectante y espera el tiempo que indique el paquete. Después enjuaga.