Pan de frutos secos y calabaza
¿Os apetece tomar un buen pedazo de pan de frutos secos y calabaza con un cafecito?
Este delicioso pan, aunque por textura es más tipo bizcocho húmedo, lo he hecho tomando como base una receta del libro del que os he hablado en tantas ocasiones “Las Recetas de la pastelería Hummingbird “, un libro maravilloso con recetas infalibles, de esas que siempre salen bien , con las que tienes el éxito garantizado. Desde que me regalaron este libro, por cierto, gracias madre, me hice la promesa de intentar hacer prácticamente cada una de las recetas, permitiendo hacer ciertas modificaciones incluso.
La semana pasada tenía un trozo de calabaza que se iba a echar a perder, no sabía que hacer con ella, me apetecía hacer algo dulce, que no fuera el famoso bizcocho de calabaza de mi madre y con unos cuantos ingredientes en mente me puse a ojear mi libro mágico y encontré una receta (pan de frutos secos y manzana) que con una serie de modificaciones podía valerme, así que con papel y boli en mano, elaboré la siguiente receta:
- 8
- Media
- 75 minutos
- 45 minutos
- Medio
Ingredientes
- 175 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 120g de azúcar moreno
- 20 g de azúcar blanco
- 2 huevos L.
- 2 cucharadas de mermelada naranja amarga.
- 140g de harina de trigo con levadura.
- 1 cucharadita de canela.
- 50g de nueces.
- 50g de pasas.
- 50g de naranja confitada.
- 200g de puré de calabaza.
- 1 cucharadita de esencia de azahar.
- Ron.
Preparación
Paso 1
Ponemos a hidratar las pasas en un recipiente con el ron (que las cubra) y las dejamos 20 minutos.
Pelamos, lavamos y troceamos una rodaja gruesa de calabaza y la ponemos en el microondas durante unos 5 minutos a potencia máxima o hasta que esté blandita, el tiempo depende un poco de cada microondas, pon inicialmente 3 minutos y en función de eso, le pones más tiempo. Aplastamos la calabaza con un tenedor hasta obtener un puré. Reservamos.
La variedad de calabaza que utilicé es la que se muestra en la fotografía.
Paso 2
Precalentamos el horno a 170°C. Calor arriba y abajo y rejilla segunda altura del horno.
Batimos la mantequilla, el azúcar, la mermelada y la cucharadita de esencia de azahar con la batidora de varillas hasta que la mezcla esté esponjosa y homogénea.
Agregamos los huevos uno a uno y rebañamos las paredes del recipiente con una espátula a la vez que vamos batiendo.
Tamizamos la harina y la canela y se la añadimos a la mezcla anterior poco a poco, batimos hasta que esté todo bien integrado.
Escurrimos las pasas y las pasamos por un poco de harina, para evitar que cuando horneemos nuestro pan se bajen al fondo del molde. Hacemos lo mismo con la naranja confitada la pasamos por un poco de harina y con ayuda de un colador eliminamos el exceso de harina.
Añadimos las pasas, la naranja confitada, las nueces, el puré de calabaza y mezclamos manualmente con ayuda de una espátula con movimientos envolventes.
Vertemos en el molde y nivelamos con una paleta. El molde que usé fue uno de esos de pudín.
Horneamos durante 45 minutos, hasta que adquiera color marrón y esté firme al tacto. El tiempo es orientativo, ir comprobando con un palillo.
Dejamos enfriar ligeramente en el molde y desmoldamos sobre rejilla.
El resultado es un pan húmedo, con un ligero sabor a naranja y canela que una vez que pruebes no podrás dejar ni una miga.
Esta vez mi invención fue un éxito, que se lo pregunten a mi madre que cuando lo probó dijo:”es de los mejores bizcochos que he probado”. “Mamá es un pan”. Para mi es un bizcocho me volvió a decir y como las madres siempre tienen razón, tuve que resignarme :-).
Espero que os guste.