Helado de fresas

De Corazón de Caramelo

Ya sabéis lo que me gusta utilizar fruta en repostería, y si es de temporada me gusta todavía más porque suele estar en pleno auge y además sale más baratita. En este caso se me ocurrió hacer un helado, ya que es un postre que gusta a casi todo el mundo, se hace rápido, es muy sencillo de elaborar y además no es necesario que tengas heladera aunque sí que es cierto que tenerla ayuda mucho. De todas formas , no tienes excusa para no hacerlo porque yo te voy a contar cómo hacerlo con y sin heladera.

Siempre que empleo un ingrediente que no es de los más comunes, me gusta hablaros de él para que entendáis exactamente para qué se utiliza y el por qué de la textura, color, sabor etc. de los postres que preparamos. Pues bien, esta vez le ha tocado el turno al azúcar invertido, un azúcar cuyo poder endulzante es un 30% superior al azúcar común y que se utiliza mucho en repostería para distintas cosas. Una de ellas y es la que utilizaremos en la receta de hoy, es para evitar que el agua de los helados cristalice y se nos queden como un bloque totalmente inmanejable. Hará así que los helados sean más cremosos que en el fondo es una de las características fundamentales para conseguir un buen helado.
Por otro lado, el azúcar invertido se emplea también para acelerar la fermentación de las masas de pan, pan de molde, magdalenas, donuts y demás bollos,retrasando de esta manera su resecamiento ya que ayuda a que en el proceso de fermentación y cocción no pierda humedad y de esta manera se mantenga el producto tierno por más tiempo.

El azúcar invertido se obtiene a partir de una reacción química de hidrólisis ácida o inversión enzimática. Esto es, que la sacarosa o azúcar común se descompone en sus dos subunidades, glucosa y fructosa.
Lo podemos obtener de manera involuntaria, como es el caso de las jaleas o mermeladas, ya que la simple mezcla del azúcar con el ácido del limón, hacen que sin ser el objetivo de la receta, el azúcar se invierta.
También poseen azúcar invertido en su composición y por un proceso totalmente natural, la miel o el jarabe de arce.
Este producto lo puedes comprar ya hecho y envasado en la mayoría de las tiendas de repostería, pero también lo puedes hacer tú mismo y de manera muy sencilla.

Te cuento cómo:

Vamos a necesitar unos sobres de gasificantes para repostería que se venden en la mayoría de las grandes superficies como Carrefour o Mercadona o también los clásicos sobres de gaseosa que se empleaban antiguamente tanto en repostería . Se trata de dos sobres, uno blanco y otro morado. El sobre blanco contiene el ácido que es ácido tartárico y el sobre morado contiene una base que en este caso se trata de bicarbonato sódico.
Pues bien, a 350 gr. de azúcar le vamos a añadir el sobre blanco y a esta mezcla le añadiremos 150 ml. de agua mineral. Lo ponemos a hervir y cuando hierva, retiraremos de fuego y dejaremos que se enfríe hasta alcanzar una temperatura de 50° C, momento en el que añadiremos el sobre morado. Veréis que se forma una espuma blanca en la superficie que desaparecerá en cuanto el azúcar invertido se enfríe. Meter en un frasco hermético y conservar fuera de la luz. Como veis es muy sencillo y rápido de hacer y os aseguro que merece mucho la pena emplearlo tanto en helados como en masas.