- Fácil
- 60 minutos
- Económico
Ingredientes
- 1 litro de leche
- 150 gr de harina
- 4 o 5 cucharadas de aceite
- 2 trozos de bacalao desalado
- 1 pimiento rojo asado
- 1/2 cucharadita de pimentón de la Vera picante
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- Sal, pimienta negra, nuez moscada
- Para rebozar:
- Pan rallado
- Huevo
- Aceite de oliva para freír
Preparación
Paso 1
En un sartén ponemos el aceite o mantequilla a calentar (yo aceite de oliva). Cuando esté caliente añadimos la harina y la mezclamos bien, cocinamos unos minutos sin parar de remover para que no se nos pegue al fondo.
Paso 2
Poco a poco vamos añadiendo la leche (previamente calentada), sin parar de remover y mezclando bien para evitar grumos.
Paso 3
Cuando nuestra bechamel empiece a despegarse de las paredes de la sartén, añadimos el resto de los ingredientes, el bacalao desalado y desmigado, el pimiento bien picadito y todas las especias, reservando la sal para el final para evitar que nos quede salado, ya que el bacalao le aportará un punto de sal.
Paso 4
La volcamos sobre una fuente o plato grande, dejamos templar 2 o 3 minutos y cubrimos con papel film para evitar que nos salga costra (también podemos untar la superficie con alguna grasa). Enfriamos a temperatura ambiente y posteriormente metemos en la nevera hasta que esté sólido (mejor de un día para otro).
Paso 5
Ahora vamos a formar nuestras croquetas. Con una cuchara cogemos porciones del tamaño que nos guste, y pasamos por pan rallado + huevo batido + pan rallado.
Paso 6
Freímos en abundante aceite caliente hasta que estén doradas. Sólo queda degustarlas recién hechas y con un buen vino blanco entran mejor!!!
Lo bueno de las croquetas es que se pueden hacer con cualquier ingrediente que te guste, siempre quedan deliciosas. Además, me encanta el toque del pimentón, le da color y aroma, en mi caso he usado pimentón de la Vera para darle un toque ahumado y pimentón dulce normal.
El pan rallado, siempre lo preparo en casa con las sobras que van quedando en el olvido, lo paso por la picadora y le añado un poco de perejil seco. Queda más grueso y por lo tanto más crujiente, a mi me encanta!
Es recomendable utilizar un recipiente hondo para freír las croquetas (yo un cazo pequeño) para que tenga mayor profundidad y las croquetas queden bien cubiertas de aceite. También se pueden hacer en el horno, las pincelamos con aceite y las metemos en el horno precalentado hasta que se doren, lo malo del horno es que la croqueta normalmente pierde la forma y es más fácil que revienten, eso sí, quedan menos grasientas.