- Fácil
- 30 minutos
- 180 minutos
- Medio
Ingredientes
- Para la base:
- - 90gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- - 200gr. de galletas.
- Para la crema:
- - 250gr. de agua.
- - 1 sobre de gelatina de limón.
- - 400gr. de queso de untar al gusto. En mi caso mascarpone
- - 200gr. de nata.
- - 40gr. de azúcar.
Preparación
Paso 1
Lo primero que vamos a hacer, es preparar la base.
Para ello, cogeremos las galletas, y con un rodillo, las golpearemos hasta conseguir que queden en polvo.
Posteriormente, agregaremos la mantequilla previamente derretida para conseguir una masa homogénea.
Una vez tengamos la masa, la colocamos cubriendo el molde, aplastandola para que quede compacta y reservamos en el congelador.
Paso 2
Mientras la base se enfría, vamos a hacer el cremoso.
Agregamos en un cazo, el agua, y cuando comience a hervir, añadimos en este orden los siguientes ingredientes: la gelatina, el queso, la nata y el azúcar sin parar de remover hasta que quede todo bien mezclado y retiramos del fuego.
Paso 3
Ahora, cogemos nuestra base que se estaba enfriando, y ya podemos añadirle la crema de queso.
Nuestra tarta ya casi está lista, retiramos y la dejamos reposar en el frigorífico unas 3-4 horas. Cuánto más tiempo pase, mejor.
Paso 4
Cuando pasa este tiempo, la tarta ya estará lista para comer, pero podemos darle más sabor cubriéndola con una capa de mermelada ( a mí con la que más me gusta es con mermelada de fresa ) y por último, añadimos unas bolitas de chocolate para darle un toque diferente, color y diversión. (Se puede añadir cualquier otra cosa)
No tener prisa en desmoldar. Dejarla reposar el tiempo suficiente para que enfríe y cuaje, sino, nuestro trabajo no habrá servido para nada.
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