Bizcocho con arándanos

De

Para disfrutar de un típico “fika” sueco, en una de las muchas pausas de la mañana, pensé que estaría muy bien comer unos trozos de bizcocho cuyo ingrediente fuera alguna baya acompañado todo ello con un té con cierto postgusto largo e intenso.

  • Fácil
  • 15 minutos
  • 30 minutos
  • 60 minutos
  • Económico

Ingredientes

  • - 6 huevos medianos
  • - 50 gr de mantequilla
  • - 200 gr de azúcar blanca de remolacha
  • - 250 gr de harina
  • - Una cucharada de café de levadura
  • - Una cucharada de café de sal
  • - Una cucharada de café de esencia de vainilla
  • - 100 gr de arándanos
  • - Algunas frambuesas
  • - Azúcar glas

Preparación

Paso 1

Pon a calentar el horno a 180° y en un tazón echa la mantequilla y métela en el horno, para aprovechar el calor y que la mantequilla sea líquida.

Paso 2

Sin dejar de batir vamos añadiendo los ingredientes en el siguiente orden, huevos, azúcar, esencia de vainilla, sal, harina y levadura.

Paso 3

En este punto ya tendrás una masa compacta, es el momento de añadir la mantequilla que al estar líquida y caliente facilitará que sigas batiendo hasta que todo esté bien mezclado.

Paso 4

Engrasa con mantequilla la bandeja o el plato para el bizcocho, donde luego echarás la mezcla y al que posteriormente hay que añadir los arándanos (no hace falta que les ayudes a hundirse en la masa, mientras se hornea ya se hunden solos).

Paso 5

Ahora tendrás que esperar de 20 a 30 minutos, dependiendo del horno y de la bandeja que hayas escogido para el bizcocho, pero lo mejor es asegurarse pinchando con un palillo y si sale limpio es que ya está listo.

Paso 6

Nada más sacarlo del horno, déjalo en un rincón tapado con un trapo de tela, para que termine de compactarse lentamente.

Pasadas una o dos horas ya puedes pasar a la decoración con azúcar glas y frambuesas para dejar ese toque final.

El bizcocho está mejor pasado un día desde que se cocinó, de hecho aguanta perfectamente cuatro días antes de endurecerse, así que tienes tiempo suficiente para disfrutarlo.

El bizcocho que inicialmente había pensado era un el clásico bizcocho de arándanos pero luego pensé que para el té de pimienta y canela (que finalmente preparé) quedaba mucho mejor sentir el sabor del arándano de vez en cuando combinado con la canela y la verdad es que el resultado quedó genial.

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