- 2
- Fácil
- 10 minutos
- 40 minutos
- Económico
Ingredientes
- 3 cebollas grandes (yo he usado de Figueres)
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- Un chorro de vino blanco
- 2 cucharaditas de azúcar moreno
- Medio litro de caldo de verduras
- 4 rodajas de pan de semillas/pipas
- Queso rallado
- 2 huevos
Preparación
Paso 1
Picamos las cebollas y las ponemos a pochar en una olla a fuego lento con el aceite de oliva. Añadimos el azúcar moreno, el vino blanco y un chorrito del caldo de verduras, y lo tapamos. Lo iremos removiendo de vez cuando. Las cebollas tienen que coger un color doradito y casi transparente, para ello deben pochar durante 25-30 minutos. Si durante ese tiempo observamos que se seca, podemos añadir un poquito más de vino o caldo.
Paso 2
Cuando estén en el punto deseado, añadimos el resto del caldo y lo dejamos hervir a fuego lento mientras preparamos el acompañamiento de nuestra sopa.
Paso 3
Prepararemos unos huevos pochados. Para ello, echamos un huevo en una bolsita pequeña de plástico o envuelto en film transparente y lo cerramos con una pinza de plástico (de las de las bolsas de papillas), y lo metemos en agua hirviendo durante dos minutos.
Paso 4
Tostamos las rebanadas de pan, las cubrimos con el queso rallado y las gratinamos.
Paso 5
Todo listo para montar nuestro plato: cogemos un bol y echamos la sopa, que abunde la cebolla, así es como nos gusta a nosotros! Ponemos encima las tostadas gratinadas y encima el huevo pochado.