Espinacas con garbanzos
De Molletes y Hambre y Micerveza
Un clásico. Una apuesta segura en calidad, sabor y precio.
- 4
- Media
- 40 minutos
- Económico
Ingredientes
- 300 – 400 g de espinacas.
- 300 g de garbanzos.
- 6 rebanadas de barra de pan del día anterior.
- 4 – 5 dientes de ajo.
- 1/4 – 1/2 cebolla.
- 1 y 1/2 cucharadita de comino molido.
- 2 cucharaditas de pimentón dulce.
- Vinagre
- Agua
- Aceite y sal.
Preparación
Paso 1
Cocemos los garbanzos si no son cocidos, en agua caliente, con alguna verdura (nosotros hemos utilizado zanahoria, cebolla, ajo, perejil, laurel y sal), durante una hora u hora y media, más o menos. Si lo hacéis en olla rápida en torno a unos 15 - 20 minutos podría resultarnos, pero puede variar según el tipo de esta. Escurrimos los garbanzos, dejamos algún caldo por si hiciera falta. Recordad que los garbanzos es aconsejable ponerlos en remojo 12 horas antes de trabajar con ellos en abundante agua templada con sal.
Paso 2
Cocemos las espinacas unos 5 minutos en agua con un poco de sal, escurrimos y reservamos.
Paso 3
En una sartén aparte, ponemos aceite hasta cubrir el fondo, echamos los dientes de ajo sin pelar machacándolos u poco, la cebolla en brunoise y las rebanadas de pan para que se dore. Una vez que se ha frito todo, lo sacamos a un mortero al que echamos el comino y machacamos hasta crear un puré. Una vez en este estado, echamos el chorreón de vinagre (según gusto) y un poco del agua de los garbanzos que reservamos previamente y mantenemos para que el pan absorva el líquido.
Paso 4
Una vez que ya tenemos todas las partes sólo consiste en unirlas. En una sartén amplia, echamos las espinacas y los garbanzos y calentamos. Retiramos del fuego y echamos el pimentón, para que no se nos queme. Y seguidamente añadimos el “majao” que hemos formado en el mortero.
Paso 5
Unidos ya todos los miembros en la sartén, vamos removiendo con cuidado y añadiendo vinagre y sal al gusto corrigiendo en caso de que fuese necesario.
Presentación:
Ya que tenemos el plato hecho, sólo hay que presentarlo y para ello hemos utilizado un plato hondo adornando con dos bastoncitos de pan de molde tostados y una ramita de perejil.
Rociamos con un chorrito de aceite por encima y plato hecho, listo para disfrutarlo. Un plato rústico para unos paladares muy exquisitos.