Anticuchos
Al parecer la palabra anticucho, tiene un origen del Quechua, idioma Inca y que es la unión de dos palabra, anti (andes) y uchu (mezcla), dando con el tiempo una sola palabra, Anticucho. Su consumo data de la época pre colombina, antes de la conquista y en su origen se hacia de carne de llama, que, con la llegada de los españoles se añadieron los ajos a la preparación, además de importar el método árabe de la carne ensartada en palos, los conquistadores también a los esclavos negros, que en la época colonial, estos, adaptaron la receta a sus limitaciones, es decir, las víceras era considerada como comida de esclavos y pobres por las familias bien posicionadas y los esclavos hicieron la adaptación del corazón de la vaca a este preparado, naciendo así los anticuchos, además de muchos otros platos a base de vísceras que gozan de gran popularidad en las calles de Lima en Perú, traspasando fronteras hacia algún país vecino. Si bien es cierto, preparados similares se consumen en distintas culturas, ya sean hispánicas, asiáticas o africanas, el ingrediente principal puede variar, aunque las vísceras se consuman en casi todas las culturas del planeta, además del método de preparación, conocido como al palo o en palillos, muy popular en todo el mundo, llamado brochette (Francia), Satay (Tailandia), Spiedo-spiedino (Italia), Espeto-espetinho (Portugal-Brasil), shipudei pargiyot (Israel), Shish kebab (Turquía), Yakitori (Japón), Souvlaki (Grecia), Pincho moruno (España) y con tantos otros nombres como chuzo, shish taouk, shaslik, etc. Ahora, si no eres consumidor de vísceras, puedes reemplazar el corazón por ternera, pollo, pescado o el marisco que más te guste, seguro que la receta original no te dejará indeferente.