Vamos a preparar las gelatinas en dos partes, una de agua y una de leche. Para las gelatinas de leche, disuelve la mitad de tus paquetes de gelatina en 250 ml de leche hirviendo, uno por uno. Remueve para evitar la formación de grumos y deja enfriar en diferentes tazones.
Para la gelatina de agua, disuelve las gelatinas restantes en 250 ml de agua hirviendo, cada una por separado. Reserva en pequeños tazones para que se enfríe un poco.