Cómo plantar frambuesas (sí, tú también podrás)
Si tuviéramos que ponernos a enumerar las propiedades positivas de la frambuesa no acabaríamos nunca, así que mejor pasaremos directamente a lo que nos interesa, que es tenerlas en casa al alcance de la mano.
Partimos de la base de que la frambuesa requiere demasiado tiempo y esfuerzo para ser cultivada desde la semilla, con lo que compraremos una planta ya formada o utilizaremos un hijuelo que nos pueda dar alguien que ya las haya plantado. Este cultivo tiene preferencia por los climas templados y frescos, con lo que será mejor buscarle una zona sombría si vivimos en un clima cálido. La buena noticia es que no requiere muchos cuidados pero sí que da muchos frutos, teniendo en cuenta unos simples consejos como estos:
LA ÉPOCA
Lo ideal es plantarla en otoño o invierno. Comenzaremos por hacer un surco amplio (el doble del tamaño del frambueso), en el que plantaremos y rellenaremos con 10-15 cm de compost o humus de lombriz.
EL SUELO
Puede plantarse en maceta, pero hay que tener en cuenta que esta planta prefiere el suelo profundo, muy rico en materia orgánica y con gran capacidad de retención de agua, con lo que la maceta debe adaptarse a estas necesidades. Si dispones de un huerto o jardín, mucho mejor.
EL ABONO
Hacia finales del invierno, volveremos a añadir una capa de compost o humus de lombriz, que cubrirá cualquier carencia de nutrientes que pudiera estar sufriendo la planta a estas alturas. Obviamente, no esperaremos tanto para tomar cartas en el asunto si observamos antes esta insuficiencia.
LOS PELIGROS
Tu frambueso va a ser atacado, ya sea por áfidos, pájaros o enfermedades víricas: lo importante es estar atento y tomar medidas en cuanto lo detectemos.
Y tú, ¿te animas?
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