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Los gatos son animales muy limpios y en general, tienen el instinto de esconder sus heces, por lo que es muy fácil mantener la higiene de la casa cuando usan correctamente el arenero.
Sin embargo, por diferentes razones, puede ser que tu minino no lo esté usando... Te contamos las seis razones más comunes, para que en vez de enfadarte con él, puedan resolverlo.
1. Tamaño Inadecuado
Si el arenero le queda muy pequeño, puede ser que tu gato no se sienta cómodo y prefiera no usarlo (e incluso si lo usa, la mitad de la arena va a terminar en el suelo...). Lo ideal es que sea 1.5 veces más de su tamaño, para que pueda moverse con comodidad.
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