El llorar se va a acabar: 10 técnicas para pelar una cebolla sin sufrir
Hace correr el rímel de las cocineras y convierte en auténticas magdalenas a los cocineros. Este enemigo silencioso se cobra incontables víctimas cada año, cada día… ¿Sabéis de quién hablo? Efectivamente, de la cebolla.
Pero no temáis: con estas 10 infalibles técnicas ya no tendréis que seguir comprando pañuelitos al por mayor.
1. Mete la cebolla en el congelador durante 10 minutos. El frío le robará sus maléficos poderes.
2. Pélala bajo un chorro de agua (la cebolla, no tú). ¿Por qué hacerlo fácil cuando puede ser difícil?
3. Cierra los ojos y aguanta la respiración. Puede que pierdas un dedo y acabes llorando igualmente, pero habrás derrotado a la cebolla.
4. Sostén una cerilla encendida entre tus dientes. Y date prisa en pelar la cebolla.
5. Afila tu cuchillo hasta que parezca una katana. Será la cebolla quien llore.
6. Llénate la boca de agua. Abstente si eres de risa fácil.
7. Masca chicle mientras la pelas. Confiamos en tu capacidad de concentración.
8. Ponte las gafas de bucear. No sigas las modas, créalas.
9. Pélala con la boca abierta y sacando la lengua. La humedad de tu boca servirá para proteger tus ojos. De todos modos, asegúrate que no te ve nadie…
10. Abre la ventana de la cocina. Para una eficacia óptima, combinar con la técnica número 8. A los vecinos les va a encantar…
Y si aun así te vence la cebolla…
Opción 1: Pide a tu pareja que lo haga por ti. ¿Qué puede salir mal, verdad?
Opción 2: Compra cebolla troceada y congelada. No es pereza, es eficiencia.
Y tú, ¿tienes algún truco? ¿has probado alguno de estos?
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Mi truco es el mejor y es infalible: pelar cebollas no te afecta si llevas lentillas.
Comentario de Redactor Rebañando